Si hay una familia que se lo está pasando en grande en el Mundial de MotoGP, ésa es la familia Márquez Alentá. Papá Juliá no se pierde una carrera, sea sábado al ‘sprint’, sea el domingo de gran premio, y va moviéndose del taller del equipo Gresini, donde su hijo pequeño Àlex es la estrella, acompañado del ‘rookie’ del año, Fermín Aldeguer, al Ducati Lenovo, donde Marc, ocho veces campeón del mundo, marca distancias con todos, incluido su compañero bicampeón de MotoGP, Francesco ‘Pecco’ Bagnaia.
Roser Alentá, la madre de los muchachos, de los dominadores del Mundial, de los hermanos que totalizan ya 11 fiestas a lo grande, 11 podios a lo Márquez-Márquez, 11 dobletes familiares, tres el domingo (Tailandia, Argentina y Aragón, siempre liderados por Marc) y siete el sábado (Tailandia, Argentina, EEUU, Catar, Jerez, Le Mans y Aragón, con Marc 1º e Inglaterra, con Àlex 1º), vive, en casa, los grandes premios de fuera y los cuatro españoles en los boxes de uno y otro, con camisetas de uno y otro, o entre los camiones de uno y otro equipo.
Todo el mundo, en el ‘paddock’ de MotoGP, da un valor tremendo a lo que están consiguiendo los hermanos Márquez Alentá y todo el mundo los considera un ejemplo de como comportarse y compartir, incluso, entrenamiento y preparación de las carreras.
Por cierto, Mela Chercoles, del diario ‘As’, le preguntó, el domingo, a Roser que haría ella sí, siendo la madre de estos dos campeones (y rivales), un día se produce la entrada en meta que se produjo, el domingo, en la carrera de Moto2, en la que el turco Deniz Oncu venció al brasileño Diogo Moreira por tres milésimas de segundo, es decir, ¡dos centímetros!, sobre la misma línea de meta. “Pues que no entran en casa y se quedan sin macarrones; eso pasaría si, algún día, me dieran ese susto”.
Final de infarto
“Bueno, yo creo que eso no ocurrirá, creo”, comentó Àlex a El Periódico de Catalunya. “Y no lo creo porque con nuestras motos es imposible entrar y trazar la curva de entrada a meta como la dibujó Oncu para pegarse en la recta a Diogo. Si eso ocurre entre Marc y yo algún día, fijo que gano yo, porque soy más corpulento y, además, yo le metería el codo, haría palanca, lo desplazaría y ganaría. Fijo”. Y venga risas.
Lo cierto es que tanto Marc, que le lleva 32 puntos de ventaja a su hermano, disputados ocho grandes premios (restan aún 14), como Àlex, que aventaja a Bagnaia en 61, son perfectamente conscientes de que están viviendo un sueño, algo excepción y así lo celebran con los suyos.
Marc Márquez brinda con su hermano Àlex, en el podio de Aragón. / ALEJANDRO CERESUELA
“Sé que mucha gente cree que esto que estamos consiguiendo Marc y yo es fácil o, tal vez, no le da la importancia que le damos nosotros”, señala el menor de los Márquez Alentá. “Nosotros y todo el ‘paddock’ sabemos lo mucho que cuesta acabar primero y segundo en una carrera, sea al ‘sprint’ o GP. Eso que muchos consideran normal, es histórico y por eso lo disfrutamos tanto e intentaremos seguir haciéndolo”.
En ese sentido, Àlex, que el domingo protagonizó una de sus mejores carreras en MotoGP, pese a terminar, de nuevo, por detrás de Marc, cree que está consiguiendo lo máximo de lo máximo. “Yo sabía que, en Motorland, si Marc tenía un día normal, bueno, ni siquiera extraordinario, lo máximo que se podían sumar, no yo, cualquiera de nosotros, eran 29 puntos, es decir, ser segundo sábado y domingo. Por eso soy feliz y estoy orgulloso de mi carrera. Haces la carrera perfecta y, ya ves, no te llega para ganarle. Ése es Marc”.
«Si mis hijos me dieran el susto de cruzar la meta, algún día, pegaditos, como Oncu y Moreira (Moto2), separados solo por unos centímetros, esa noche no entran en casa y se quedan sin macarrones»
Roser Alentá
— Madre de Marc y Àlex Márquez
“Venía de dos domingos que no me gustaron, Silverstone (5º) y Le Mans (doble caída), así que este segundo puesto, cerquita de Marc y distanciando a todo un bicampeón de MotoGP como ‘Pecco’, es lo mejor de lo mejor y, además, lo logré controlando la carrera”.
El ‘Pistolero’ explica que “cuando vi que Marc salía tan bien como yo, cuando vi que no fallaba como el sábado, supe que debía pelear con el resto y, para esa batalla, sabía que tenía algo más que ellos, incluido ‘Pecco’, por eso me dosifiqué en la carrera”, cuenta Àlex.
Y ese dosificarse significó que, en las primeras vueltas, “copie a Marc, no porque pretendiese atraparlo, que sabía, insisto, que era imposible, sino para alejarme de ‘Pecco’. Luego, cuando faltaban siete vueltas, saqué lo que tenía, pues mis neumáticos estaban bien al haberlos mimado, y me distancie definitivamente de ‘Pecco’”.
«Cuando tú ves como está Marc, cómo se ha acoplado a la Ducati, cuando llegas a uno de sus circuitos preferidos sabes que, aunque hagas la carrera perfecta, solo puedes ser segundo. Y eso he hecho. Y estoy muy orgulloso de ello»
Àlex Márquez
— Piloto del Gresini Racing Team Ducati
Àlex hasta se permite el lujo de bromear sobre el extraordinario estado de forma de su hermano. “En el momento en que decidí apretar, eso, faltando siete vueltas, vi que a Marc le pasaba algo. No sé, le vi trazar las curvas 8, 9 y 10, donde él volaba, con cierto despiste. Luego, le oí decir que, en ese momento, estaba ‘como en bucle’, pero yo sabía que pronto volvería a su ritmo, como así fue”.
Ya se ha hecho famosa la magistral frase de Àlex al llegar a Motorland: “Unos persiguen objetivos; en Gresini, perseguimos sueños”. Y es evidente que, dado el extraordinario estado de forma de Marc y su Ducati, ser subcampeón del mundo, ser el ‘primero de los otros’, sería algo impresionante, casi como un título más, el tercero, del menor de los Márquez Alentá.
Marc y Àlex Márquez celebran su décimo doblete con todos sus fans, en Motorland. / ALEJANDRO CERESUELA
“En serio, no pienso en la clasificación final, creo que ninguno de nosotros lo piensa”, termina comentando Àlex. “Todos pensamos en mejorar y en el día a día. Pero, sí, cuando tú haces todo lo que puedes y más para ganar, acabar en el podio y, si es posible, lo menos lejos posible del vencedor, ya es un triunfo o algo parecido”.
Àlex, a quien Ducati ayer, es decir, el ‘mago’ Gigi Dall’Igna, no le dio a probar, en el test de Aragón, ninguna pieza de la ‘Desmo’ que llevan Marc, ‘Pecco’ y Fabio Di Giannantonio (“hay alguna cosita que nos permitiría mejorar algo, pero Gigi siempre ha sido muy justo con todos, o se lo da a todos o no se lo da y lo entiendo”), cree que el Mundial será durísimo.
“Está Marc, ya está llegando ‘Pecco’, Bezzecchi y su Aprilia están ahí, Viñales y Acosta hacen correr a la KTM, Morbidelli, como ‘Diga’, siguen presentes, llegará Martín, el campeón…no va a ser fácil mantenerme segundo, no, pero es una ilusión, repito, un sueño para todo Gresini, que tiene, además, a Fermín (Aldeguer) en gran forma”.