En el marco del emblemático Red Hat Summit -una maratón tecnológica de tres días celebrada en la ciudad de Boston, Massachusetts- la multinacional que ya forma parte de la cartera de IBM mostró la evolución de su sistema operativo empresarial, conocido como Enterprise Linux 10 (RHEL 10).
El lanzamiento está destinado principalmente al ámbito profesional, a la nube híbrida y los servicios, sin pasar por alto la seguridad o la IA. Para los expertos, es considerado como el mayor avance de Linux en más de una década.
Desde 1995 Red Hat Linux marca presencia, aunque el gran salto se produjo en 2002, cuando Red Hat Enterprise Linux (RHEL) se volcó al entorno corporativo, con soporte profesional y un modelo de suscripción. A partir de entonces, emprendió un ascenso de transformación integrando las últimas innovaciones en su SO.
“Creemos que el futuro de la IA es open source. Durante más de una década, hemos ayudado a nuestros clientes a conectar el mundo actual con la era de la nube, lo que transformó a la nube híbrida abierta en el modelo operativo de facto para empresas de todo el mundo”, resumió Matt Hicks, CEO de Red Hat en su presentación en el Red Hat Summit.
Una barrera cuántica contra amenazas
A medida que la tecnología de la información (TI) empresarial batalla con la proliferación de entornos híbridos y el mandato imperioso de integrar cargas de trabajo de IA, el SO debe garantizar agilidad, flexibilidad y facilidad de gestión.
Esta nueva edición no solo refuerza la posición de Red Hat como pilar del ecosistema open source, otorga un camino libre para la innovación. Va más allá de una simple actualización, combinando seguridad reforzada, estabilidad y facilidad de integración.
“RHEL 10 llega con cuatro mejoras clave que marcan la diferencia: seguridad reforzada, mayor rendimiento, integración fluida con la nube y una compatibilidad superior con contenedores y herramientas de desarrollo. En resumen, ofrece una plataforma más ágil, robusta y preparada para ayudar a las empresas a dar el salto hacia infraestructuras modernas y eficientes”, indica Jorge Payró, country manager de Red Hat.
Anticipándose a los ataques que podrían desembarcar con la llegada de la computación cuántica, RHEL 10 es la primera distribución empresarial de Linux en integrar estándares del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) para criptografía poscuántica.
La seguridad es un área crítica para cualquier empresa y la llegada de la computación cuántica representa un desafío supremo. Muchos sistemas de encriptación podrían quedar obsoletos frente a su poder de procesamiento. Para adelantarse, la criptografía poscuántica propone nuevos métodos para resistir los ataques del futuro.
“Esto incluye algoritmos resistentes a la computación cuántica y esquemas de firma poscuánticos para validar la integridad de paquetes de software y certificados TLS. Esta iniciativa asegura que la encriptación y la autenticación de datos sigan siendo confiables en la era de la computación”, detalla Gilson Magalhães vicepresidente y gerente general para América Latina.
La IA se integra de forma natural
Un informe de IDC citado por Red Hat indica que más del 60% de las organizaciones enfrentan riesgos operativos por no contar con personal capacitado para administrar sus redes. RHEL 10 incorpora Lightspeed, una interfaz de IA generativa integrada a la línea de comandos que ayuda a ejecutar tareas complejas.
Concebido tanto para expertos como principiantes, RHEL 10 simplifica la gestión del sistema y reduce la brecha de habilidades, haciendo que la administración de Linux sea más accesible y eficiente, incluso en entornos complejos o con recursos limitados.
Su misión es ayuda a traducir instrucciones complejas, detectar errores, recomendar comandos y ejecutar tareas comunes sin necesidad de consultar documentación externa. “Ahora Linux, facilitas tareas que comprenden desde el diagnóstico y la resolución de problemas habituales hasta las buenas prácticas para la gestión de entornos de TI complejos”, apunta Payró.
Otra de las novedades es el denominado “modo imagen”, un enfoque nativo para contenedores que unifica la construcción, despliegue y gestión tanto del SO como de las aplicaciones en un mismo flujo de trabajo, lo cual permite reducir divergencias de configuración, prevenir errores en los parches y establecer buenas prácticas tanto para desarrolladores como para administradores de sistemas.
Una colaboración entre las partes interesadas
Los ejecutivos de la compañía señalan que el SO ya no se limita al núcleo, arranque y drivers. Ahora es una plataforma dinámica, inteligente, segura y automatizable, capaz de adaptarse al entorno, crecer con la empresa y prepararse frente a riesgos que aún no han surgido.
“Con RHEL 10, ayudamos a las organizaciones a enfrentar el presente, mientras se preparan para lo que viene. Lo que antes era una base técnica, ahora es también una base estratégica”, afirmó Gunnar Hellekson, vicepresidente de Red Hat.
La mejor forma de aprovechar todo su potencial es a través de la colaboración. Mientras la compañía proporciona la base tecnológica: soluciones, arquitectura y soporte, son los socios quienes mejor entienden los desafíos y objetivos específicos de cada cliente, gracias a su cercanía con el negocio.
Es justamente en esa conexión donde cobra sentido el concepto de co-creación, una forma de trabajo colaborativa en la que Red Hat y sus socios combinan experiencia y conocimiento para diseñar soluciones a la carta.
«Yo tengo la tecnología, pero desconozco las metas del negocio. No entiendo cómo el cliente va a pensar en usar esta tecnología para marcar una diferencia. A partir de eso se genera un diálogo, un intercambio, la posibilidad de co-crear y dar lugar a un nuevo mundo de posibilidades tanto para el negocio como para la tecnología», advierte Magalhães.
La clave, como ocurre en muchos emprendimientos, no está en adquirir un paquete cerrado que promete resultados universales, pero que al momento de implementarlo no se adapta a las necesidades. Lo importante es construir soluciones a medida, en colaboración con quienes entienden el contexto y los objetivos específicos del cliente.
“Nuestro desafío está en agregar valor, identificar los obstáculos y ahí es donde empieza el tema de la co-creación. No vendemos un commodity apto para todos. Necesitamos entender qué problema vamos a resolver con nuestro software y para eso tenemos que adaptarlo”, expone Mariela Arce, directora de marketing y comunicación en Cono Sur de Red Hat.
Despliegue operativo
RHEL 10 dejó de ser un sistema operativo, al estilo de Windows. Es más una plataforma impulsada por IA, diseñada para la nube híbrida y fundamentada en modelos por imagen. Según la empresa es “una plataforma para lo que viene”.»
Pero como toda novedad requiere un tiempo de adaptación, la compañía realiza un seguimiento permanente con sus clientes para ver cómo está evolucionando el software. Muchas empresas aún cuentan con aplicaciones no compatibles, mientras que otras necesitan actualizar sus sistemas para asegurar un funcionamiento adecuado en el nuevo entorno.
“Hay toda un área de servicios que acompaña en esa transición y eso es lo que nosotros hacemos como desarrollo del equipo de marketing. Acompañamos al cliente, brindamos capacitaciones, actualizaciones de las certificaciones para asesorar y evacuar cualquier duda”, advierte Arce.