La empresa cordobesa de seguridad Griguol incorporó a su oferta un sistema de control de acceso para edificios que permite a los residentes recibir las llamadas del portero eléctrico directamente en el celular, ver quién está en la entrada y autorizar el ingreso a distancia. El dispositivo, que no requiere cableado, registra un historial con el rostro de cada visitante y ya fue instalado en más de 30 edificios de la ciudad, donde se presenta como una solución práctica frente a las limitaciones de los sistemas tradicionales.
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«Usted puede estar en Buenos Aires y mientras tenga datos puede contestar«, explica Eduardo Griguol, quien comenzó en el rubro hace años con porteros eléctricos tradicionales. Hoy, la empresa es distribuidora oficial en Argentina de tecnología proveniente de China, especializada en domótica y comunicación para edificios.
Una de las principales ventajas del nuevo sistema es que no requiere cableado, lo que soluciona uno de los mayores problemas en consorcios: las instalaciones viejas o complejas. «Conseguimos un portero eléctrico sin cables, que se comunica directamente con los celulares de los usuarios. Fue un hallazgo en una provincia de China, donde encontramos una fábrica dedicada a esta tecnología», detalla el empresario.
El sistema (Akuvox), orientado a edificios, se comunica directamente con hasta cuatro celulares por departamento. Se trata de un dispositivo inteligente que cuenta con cámara HD, lector de tarjetas y teclado exterior. El servicio se ofrece a un costo accesible: Griguol mencionó como ejemplo un edificio con 102 departamentos, donde cada consorcista paga cuatro cuotas de $18.000. «Es viable terriblemente», aseguró.
Además, en los casos donde hay guardias de seguridad, la empresa entrega una pantalla sin costo adicional para que el personal pueda gestionar las visitas de forma más eficiente. «Instalamos el sistema en un edificio de la empresa GNI, con 190 departamentos. En solo dos horas ya estaba funcionando», contó el empresario.
La solución también permite designar a personas de confianza fuera del hogar para que puedan autorizar ingresos, lo que suma una capa más de flexibilidad. Y para tranquilidad de los residentes, todo queda registrado: quién llamó, a qué hora, si fue atendido y la imagen del visitante, algo que puede ser útil ante cualquier situación que requiera intervención policial.
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Como parte de su evolución tecnológica, la empresa de seguridad también trabaja con sistemas de reconocimiento facial para reemplazar por completo las llaves o llaveros. «Ya no hay más llavero para entrar a la casa», adelanta.
La empresa no solo importa estos productos, sino que también se encarga de la instalación y mantenimiento, apostando a simplificarle la vida a los usuarios con soluciones seguras y de última generación.