El registro de llamadas presentado por la exconsellera de Emergencias, Salomé Pradas, acredita que la alerta se lanzó un minuto después de hablar con Mazón. Pradas habla con él a las 20:10 y a las 20:11 el móvil de los valencianos comienza a atronar. La Generalitat niega que esa conversación entre Mazón y Pradas a las 20:10 fuera para autorizar una alerta que, según la jueza, llegó tarde y mal. Aseguran que pasó media hora desde que el CECOPI ordenó mandar el aviso hasta que se envió a la población, explican en una nota difundida esta mañana. Insisten en que técnicos y cualquiera que estuviera esa tarde fatídica en el CECOPI lo pueden certificar. Mazón no estuvo operativo hasta las 17:37, cuando habla con la consejera dos minutos. Vuelven a hablar 40 minutos después; luego tarda una hora y cuarto en volver a cogerle el teléfono, aunque ella lo intentó un par de veces, justo en el momento en que empezaban a llegar las noticias más preocupantes de las inundaciones. En ese intervalo de tiempo, el presidente Mazón realizó hasta cinco llamadas con otras personas de su entorno.