Conocer el calendario quirúrgico pediátrico es fundamental para planificar una intervención en el momento más adecuado para el niño y reducir así la ansiedad e incertidumbre de padres e hijos, según ha indicado la doctora Victoria Jiménez, cirujana pediátrica del Hospital Quirónsalud Córdoba. Esta herramienta es una guía clave, ya que existen patologías que no deben operarse en el momento del diagnóstico, sino que hay que esperar a que el paciente tenga una determinada edad para que la cirugía sea un éxito.
La cirugía pediátrica abarca la atención quirúrgica a los niños entre el nacimiento y los 14 años, período en que pueden aparecer numerosas patologías que precisan de una actuación quirúrgica, y una de las primeras preguntas que se hacen los padres es “cuándo”. Para ello, el calendario quirúrgico orienta acerca del mejor momento para someter al niño a una intervención, si no se trata de alguna urgente.
Así pues, dicho calendario quirúrgico de la Sociedad Española de Cirugía Pediátrica (SECP) es una planificación consensuada entre profesionales sanitarios para establecer el momento más adecuado de cada intervención y sirve como una indicación general sobre el manejo de los pacientes. En cualquier caso, es una recomendación que debe ser adaptada a cada paciente y entorno, pues el cirujano pediátrico será el que mejor podrá asesorar al respecto, teniendo en cuenta las circunstancias de cada paciente.
Demora en las intervenciones
En los procedimientos programados es donde se necesitan unas recomendaciones. Esto ayuda a que haya la mejor coordinación entre pediatras, padres y cirujanos pediátricos y se despejan muchas dudas que surgen cuando hay que operar a un niño. La doctora Jiménez ha destacado que “el calendario quirúrgico se creó porque no siempre operar antes es mejor, sino que hay que buscar el momento más favorable para realizar cada procedimiento de forma programada”.
La demora en la cirugía puede estar condicionada a que alguna patología pueda tener curación o regresión espontánea (como en el caso del hidrocele congénito o la hernia umbilical) y por ello es mejor esperar. O también para garantizar las mejores condiciones anestésicas y quirúrgicas (como esperar a que el niño crezca y tenga un peso adecuado para la intervención).
