Un punto de valor, tablas con regusto amargo y, además, un arsenal de notas en el tintero. Ese fue el saldo del Córdoba CF tras su empate ante el Sporting de Gijón en El Arcángel (1-1), en el que más allá del desenlace, sobresalió un dato: solo se realizaron tres cambios. Y es que Iván Ania optó por no agotar sus cinco permutas disponibles en el pleito frente a los asturianos, dando entrada únicamente a Obolskii, Ander Yoldi y Jon Magunazelaia. Sin minutos se quedaron Calderón, Marvel o Corbo, entre otros, junto a un nombre propio que parece haber echado raíces en ese segundo plano: Genaro Rodríguez.
Sin opciones
Tan solo movió la delantera Ania a lo largo de la pugna con los sportinguistas, dejando tanto la defensa -algo más frecuente- como la medular prácticamente intactas, esta última pese a la entrada de Magunazelaia en el último tramo. Y supuso eso una cita más lejos del foco para el mediocentro gerenense, que no disputa más de un minuto en el terreno de juego desde la jornada 17 de Liga, es decir, desde la visita al Sporting en El Molinón (2-0), en la que fue titular y acabó siendo sustituido a la hora de partido. 14 encuentros han pasado en ese lapso, con tan solo tres minutos -repartidos ante el Eibar, Castellón y Cartagena– para el «18» blanquiverde.
Y se antojaba una opción lícita para el ex del Málaga el pulso con los sportinguistas, máxime en una segunda mitad en la que se precisó algo de trabajo de contención. Tampoco estaban disponibles ni Théo Zidane ni Alberto del Moral, tocados, por lo que tan solo el sevillano, junto al canterano Ntji, quedaron como recursos «sanos» para esa parcela. La dirección técnica blanquiverde se decantó por Magunazelaia, eso sí, que ingresó en la cita en los últimos compases, renunciando a un perfil más conservador pese a la exigencia del duelo.
Genaro Rodríguez presiona a un rival durante el cruce con el Sporting de la primera vuelta. / LOF
Con ello quedó reflejada una circunstancia: ante el aumento de la competencia en el mediocampo, Genaro ha pasado de rol secundario a contar con un papel casi residual. Su nombre se barajó como una de las posibles salidas del pasado mercado -se le buscó destino, aunque cuenta con contrato hasta 2026-, aunque una vez cerrado, y con el incremento de activos en su lugar, el precio de las oportunidades en la medular se ha disparado.
La sexta alternativa
Porque si de algo viene presumiendo el Córdoba CF de Iván Ania tras la pasada ventana invernal es, precisamente, el poderío adquirido en el mediocampo, en el que ahora existen hasta seis posibles jugadores que podrían actuar en cualquiera de sus tres posiciones. La dupla Álex Sala-Isma Ruiz parece la más asentada en ese sentido, mientras que Theó Zidane, Del Moral y Pedro Ortiz andan alternando suplencias con titularidades. También hay que añadir a la ecuación los posibles mediapuntas -que requieren de una de las plazas en el medio-, por lo que la batalla por un sitio es más feroz que nunca.
Y es esa una de las circunstancias que ha restado oportunidades -y de forma palpable- al que fue el quinto fichaje del mercado estival, llegado como refuerzo de calado tras salir del Málaga, donde era capitán. Bien distinta está siendo su realidad como califa, no obstante, después de haber sumado solo dos minutos en esta segunda vuelta. Y sin miras de que el asunto vaya a cambiar próximamente.
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