Luego de la brutal represión comandada por Patricia Bullrich y sus fuerzas federales, y que contó con la colaboración de la Policía de la Ciudad que responde a Jorge Macri, las organizaciones de jubilados/as y pensionados/as de los miércoles vuelven a convocar una nueva protesta frente al Congreso de la Nación.
«No nos rendimos ni nos asustamos», señalan en la convocatoria. Una frase que refleja el estado de ánimo que quedó luego de la jornada de este miércoles, en donde la feroz represión buscó desarmar una movilización que se empezaba a transformar en multitudinaria gracias a la enorme solidaridad que despertó entre hinchas de distintos clubes de fútbol, trabajadores, estudiantes, asambleas barriales y algunos sindicatos que se hicieron presentes. A pesar de los gases, los balazos, los heridos y la cacería que terminó con 114 detenidos, la moral de jubilados y jubiladas contagia a miles que empiezan a perder el miedo a la respuesta represiva y empiezan a expresan la bronca y el descontento contra el ajuste del gobierno en las calles.
La jornada de este miércoles 12 dejó a un gobierno herido por un reclamo más que justo, con una gran resistencia en las calles y un reclamo que día a día gana legitimidad y apoyo. Hoy en día los jubilados y jubiladas de la mínima perciben 279 mil pesos, que sumando el bono que el Gobierno mantiene congelado desde que asumió apenas suoeran los $349.000. Una verdadera vergüenza.
El reclamo de todos los miércoles viene creciendo y la respuesta del oficialismo es derrochar una inmensa cantidad de recursos en operativos policiales, gases lacrimógenos, camiones hidrantes y sobres destinados a financiar una campaña de fake news coordinadas y periodismo de guerra para ocultar la realidad.Todos síntomas que dejan expuesta la fragilidad del momento que atraviesa y que lo muestran muy golpeado en su credibilidad luego del escándalo de $LIBRA y cruzado por múltiples crisis.
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Jubilados y jubiladas marcan el camino
Lo novedoso es que en este contexto son cada vez más quienes se cansaron de esperar y empiezan a expresar la bronca y el descontento contra este plan de hambre y de miseria para favorecer a los mismos de siempre. Y en ese nuevo factor, los jubilados y las jubiladas vienen mostrando un camino a seguir con sus clásicas protestas de los miércoles y su predisposición frente a la represión. La participación solidaria de hinchas de Chacarita marcó un antes y un después en la protesta del 5 de marzo, y desde ahí en adelante la convocatoria se multiplicó exponencialmente y promete seguir masificándose.
Por eso es muy importante redoblar el apoyo y la solidaridad, así como también exigir la presencia de los sindicatos todavía ausentes y las centrales obreras que hasta ahora miran sin involucrarse y mantienen la tregua con el Gobierno de Milei. Frente a esto, desde la agrupación Todxs Somos Jubiladxs señalaron de cara al próximo miércoles: «La CGT y la CTA deben llamar a un paro general para derrotar el plan del Gobierno, el FMI y sus cómplices que no va más».