MasOrange, el gigante de las telecomunicaciones nacido de la fusión de Orange España y MásMóvil el año pasado, gana el primer asalto en la batalla legal abierta por parte de los sindicatos con presencia en el grupo y que pretenden acabar tumbando el ERE para 650 trabajadores que está ejecutando la compañía.
La Audiencia Nacional ha desestimado la demanda presentada por el sindicato USO, y a la que se adhirió CCOO, para declarar ilegal la composición de la mesa de diálogo creada por la operadora tras la fusión para negociar con los sindicatos las nuevas condiciones laborales para la plantilla, y que a la postre fue la misma estructura la que se utilizó para negociar los términos del posterior expediente de regulación de empleo (ERE).
MasOrange constituyó en mayo, menos de dos meses después de hacer efectiva la fusión, una mesa de negociación para homogeneizar las condiciones salariales entre las principales filiales del nuevo grupo integrado. Y la dirección de la compañía, con el apoyo de UGT y Fetico, aplicó para repartir los pesos de cada uno de los sindicatos la condición legal de dar representación sólo a los que tenían más de un 10% de todos los representantes sindicales en la suma de empresas de la nueva corporación fusionada.
Una fórmula que dejaba fuera de la mesa a USO, que presentó una demanda ante la Audiencia Nacional para tumbar esa mesa de diálogo y lo hizo después de que MasOrange ya hubiera anunciado el lanzamiento de un proceso de despido colectivo para recortar la plantilla. La Audiencia Nacional ahora da la razón a MásOrange -y también a UGT y Fetico- y rechaza el recurso presentado por USO y CCOO al considerar que se cumplió la legalidad al constituir la mesa de diálogo y aplicar el mínimo de un 10% de representantes sindicales como porcentaje de corte para formar parte de la mesa.
En una sentencia emitida el pasado 17 de febrero, la Audiencia reconoce que la fusión de MásMóvil y Orange ha dado como resultado la creación de un grupo mercantil, por lo que el modelo en que se constituyó la mesa de negociación sobre la armonización de condiciones laborales para 13 de las 32 empresas integradas en MasOrange -las que se dedican a las actividades centrales de la teleco- resulta legal y el criterio del aplicar un mínimo 10% de la representación utilizado para la composición de la parte sindical se ajusta a derecho y no lesiona la libertad sindical de ninguna organización.
Éste es sólo uno de los frentes de la batalla judicial abierta por USO y CCOO y que puede acabar afectando directamente al futuro del despido colectivo emprendido por MasOrange y que aún no se ha completado. Ambos sindicatos presentaron también otro recurso en paralelo para anular el propio ERE y sobre el que, tras celebrarse el juicio la pasada semana, la Audiencia Nacional ha dejado el caso ya visto para sentencia. La compañía y los sindicatos esperan que se publique la sentencia en las próximas semanas.
80 despidos pendientes
MasOrange aún está lejos de completar todo el recorte de plantilla previsto en el ERE que lanzó el año pasado. El grupo nacido de fusión de MásMóvil y Orange España, ahora la mayor teleco del mercado español por número de clientes, pactó ERE con parte de los sindicatos que contempla 650 salidas. Los sindicatos presionan ahora a la dirección de la operadora para conseguir que no se ejecuten todas las salidas y dejar sin cubrir los algo más de 80 despidos forzosos que quedan por asignar.
La dirección de MasOrange trasladó hace unas semanas a los sindicatos UGT y Fetico -los que apoyaron y pactaron el ERE (frente al rechazo de CCOO) y los únicos que ahora forman parte de la mesa de seguimiento del proceso- que ya se han materializado un total de 513 salidas de trabajadores del grupo y que otros 54 causarán baja en los próximos meses tras el aplazamiento pactado de sus salidas.
Quedarían pues 83 despidos forzosos por ejecutar y la compañía dispone de plazo hasta el próximo 30 de junio para poder materializarlos. La dirección de la operadora guarda silencio sobre si está dispuesta a reducir la cifra total de despidos, pero los sindicatos ven a la compañía poco proclive a acceder a esta concesión. Tanto UGT como CCOO han pedido abiertamente a la dirección de la compañía que no materialice los despidos vacantes y renuncie a completar el ERE.
MasOrange planteó un recorte de 650 empleos cuando abrió formalemente el ERE, pero sólo recibió hasta medidados de noviembre 465 solicitudes para acogerse de manera voluntaria al ajuste. Desde entonces la compañía podía empezar a ejecutar despidos forzosos hasta completar todo el ajuste de plantilla previsto, hasta un total de 185 salidas forzadas. Hasta ahora ha ejecutado algo más de un centenar de despidos entre empleados que no se apuntaron de manera voluntaria al ERE. Pero quedan otros más de 80 pendientes.