La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha tendido este martes la mano a Keith Kellogg, enviado especial de EEUU para Ucrania y Rusia, para trabajar juntos por la paz, durante una reunión en Bruselas, mientras los contactos entre Estados Unidos y el Kremlin arrancaban en Arabia Saudí.
No ha habido rueda de prensa, ni declaraciones. Solo imágenes del inicio del encuentro, tras el cuál la Comisión ha emitido un comunicado. Según el contenido del mismo, la presidenta ha expresado durante la reunión «la voluntad de la UE de trabajar junto a Estados Unidos para poner fin al derramamiento de sangre», reclamando la necesidad de garantizar una «paz justa y duradera» para Ucrania.
Este encuentro es el último de una serie de contactos con la administración estadounidense en los últimos días, en los que Europa trata de ganar influencia, de momento sin éxito, en las negociaciones para un acuerdo de paz en Ucrania. La reunión entre von der Leyen y Kellogg ha arrancado casi en paralelo a la que el secretario de Estado, Marcos Rubio, y el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, tenían en Riad.
Preparar el camino a Trump y Putin
Esa reunión debe servir de preparación para un encuentro entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en los próximos días. El objetivo es sentar las bases de un acuerdo de paz con Kiev, que tendrá implicaciones necesariamente para la seguridad en Europa. Por más que reclama un sitio en la mesa, ni la UE ni Ucrania están invitadas.
Europa se ofrece a colaborar por la paz, pero pone condiciones. Von der Leyen ha insistido en su reunión con Kellogg en «una paz justa y duradera» y en que «cualquier resolución debe respetar la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania, respaldada por sólidas garantías de seguridad». Y aquí, la Unión se compromete a hacer su parte.
La alemana ha destacado la contribución financiera y militar de Europa a Ucrania. Según la Comisión, la UE ha proporcionado un total de 135.000 millones de euros, «más que cualquier otro aliado», incluidos 52.000 millones en ayuda militar, igualando las contribución de Estados Unidos.
Aumento de gasto en defensa
Además, Von der Leyen ha presentado a Kellogg los planes europeos para aumentar el gasto en defensa. El pasado 3 de febrero, los líderes de los veintisiete se reunieron para valorar cómo puede reforzar la Unión su política de seguridad. La Comisión explora ahora todas las opciones posibles, incluido relajar las reglas fiscales, hacer uso de fondos europeos o de instrumentos financieros comunitarios. «La UE aporta toda la ayuda militar que le corresponde a Ucrania y está dispuesta a hacer aún más», ha dicho la presidenta.
El pasado lunes, el presidente francés Emmanuel Macron organizó una cumbre informal en París para buscar una postura común ante los últimos movimientos de la administración Trump. En ella participaron la propia Von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, que también se reúne este martes con Kellogg, el secretario general de la OTAN, y los presidentes y primeros ministros de España, Italia, Países Bajos, Dinamarca, Polonia y Reino Unido.
Tras la reunión, Macron habló tanto con Trump como con el presidente ucraniano, Volodomyr Zelenski. El presidente francés destacó que la clave para una paz duradera en Ucrania es que Rusia ponga fin a la agresión y que Kiev cuente con garantías de seguridad «creíbles». También insistió en que es «clave» que Estados Unidos, Europa y Ucrania trabajen juntos.
Según fuentes comunitarias, aunque los europeos están de acuerdo con Trump en la necesidad de alcanzar la paz desde la fortaleza, advierten del «peligro de concluir un alto el fuego sin un acuerdo de paz», en vista de lo sucedido en 2015. En este sentido, se comprometen a examinar distintos modelos de garantías de seguridad. También a aumentar el gasto militar para reforzar las capacidades de defensa individuales y Europas “para repartir mejor la carga con Estados Unidos”.