La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas reveló las nominaciones para la 97ª edición de los Premios Oscar, destacando entre los aspirantes a mejor largometraje internacional el debut de Letonia en esta categoría con la película animada Flow, dirigida por Gints Zilbalodis.
En los recientes Golden Globes, Flow sorprendió al obtener el premio a mejor película animada, superando a grandes producciones como The Wild Robot de Dreamworks, Inside Out 2 de Disney/Pixar, Wallace & Gromit: Vengeance Most Fowl de Netflix y Moana 2 de Disney.
El filme también compite en la categoría de mejor película animada, consolidándose como una de las producciones más aclamadas de la temporada.
Flow es una obra que combina animación y narración minimalista. Sigue la travesía de un gato desplazado por una inundación que, junto a otros animales, busca sobrevivir y encontrar un nuevo hogar. Según explicó Zilbalodis, el relato carece de antagonistas convencionales, ya que “la naturaleza y las dinámicas entre los personajes son las verdaderas fuentes del conflicto”.
La inspiración para esta obra se remonta a la adolescencia del director, época en la que tenía un gato de mascota y decidió hacer un cortometraje con una temática que todos pudieran entender: el miedo al agua de los felinos. Con los año, Zilbalodis pulió esta idea y logró transformarla en una obra que hoy en día gana premios por todas partes.
“A los gatos no les gusta el agua. Y eso me permitió tener una historia sin antagonistas. Es como si los personajes fueran la fuente del conflicto. Es la naturaleza, básicamente. No hay buenos ni malos, lo cual para mí sería bastante aburrido. Es mucho más interesante que estos personajes estén más en el área gris donde son tanto buenos como malos; tal vez tengan defectos, pero éstos son los que los hacen más interesantes porque todos tenemos defectos”, compartió Zilbalodis en una reciente entrevista.
Gints aseguró que, a diferencia de otras fábulas, no quería que Flow tuviera un mensaje al estilo “y vivieron felices para siempre”. Si bien, el director buscaba dejar un mensaje positivo en la obra, también quería que su audiencia entendiera que los retos estarán presentes toda la vida.
“Traté de encontrar algo que se sintiera más honesto, donde a pesar de todo lo que le pasa, el gato incluso se vuelve más valiente. Aunque todavía tenga estos miedos y ansiedades, los tendrá a pesar de haber aprendido a trabajar en equipo. Yo le tengo miedo a ciertas cosas, pero se trataba de que el gato aprendiera a aceptar a los demás, a dejarles acercarse a él y a permitirle apoyarlo”.
Con un presupuesto de tan sólo 4 millones de dólares, Zilbalodis ha reiterado en varias ocasiones que su intención era mantener la autenticidad y libertad creativa de su visión. Para la producción, estableció un estudio en Letonia y reunió un equipo de aproximadamente 50 personas, aunque el núcleo principal estaba compuesto por unas 20. A pesar de que el proyecto fue, en términos de presupuesto “50 veces más grande” que Away, su anterior película, el director afirmó que sigue siendo “50 veces más pequeño que la mayoría de las producciones de Disney”.
En términos técnicos, Zilbalodis destacó los retos de animar el agua, que como se explicó anteriormente, es el elemento central en la narrativa. Fue necesario desarrollar herramientas específicas para representar diferentes condiciones del agua, desde océanos turbulentos hasta simples salpicaduras. Este esfuerzo técnico fue complementado por decisiones creativas que buscaban reflejar las emociones de los personajes: “Cuando el gato teme a los otros animales, el agua también es agresiva. Más adelante, cuando empieza a confiar, el agua se vuelve más tranquila”.
El director reconoció la importancia de los premios internacionales para películas independientes como la suya. “Estos premios son muy significativos. Realmente ayudan a una película pequeña a competir contra producciones de grandes estudios”, señaló. Además, destacó que el éxito de Flow permitirá dar continuidad a sus proyectos futuros, sin perder su enfoque en narrativas personales y auténticas.
Con esta nominación, Letonia celebra un hito histórico en los Premios Oscar, posicionando a “Flow” como una fuerte competidora en ambas categorías. La ceremonia de premiación se llevará a cabo el próximo 10 de marzo de 2025, donde el filme de Zilbalodis buscará reafirmar su lugar en la élite del cine internacional.