Los churros son una delicia clásica que encanta a personas de todas las edades. Perfectos para acompañar con chocolate caliente o café, hacer churros en casa es más sencillo de lo que parece. En este artículo te explicamos cómo preparar churros caseros con una receta fácil y deliciosa.
Ingredientes
(4 porciones)
1 taza de agua (250 ml).
2 cucharadas de azúcar.
1 pizca de sal.
2 cucharadas de mantequilla.
1 taza de harina de trigo todo uso (120 g).
Aceite para freír.
Azúcar y canela para espolvorear (opcional).
Paso a Paso
Prepara la masa
En una cacerola mediana, calienta el agua junto con el azúcar, la sal y la mantequilla.
Cuando la mezcla hierva, reduce el fuego al mínimo y añade la harina de golpe.
Remueve rápidamente con una cuchara de madera hasta formar una masa homogénea que se despegue de las paredes de la cacerola.
Retira del fuego y deja enfriar durante 5-10 minutos.
Coloca la masa en una manga pastelera
Transfiere la masa a una manga pastelera con una boquilla en forma de estrella. Este detalle le dará a los churros su forma tradicional.
Calienta el aceite
En una sartén profunda o freidora, calienta suficiente aceite a 180°C. Es importante que el aceite esté bien caliente para que los churros queden crujientes.
Forma y fríe los churros
Presiona la manga pastelera para formar tiras de masa del tamaño deseado directamente sobre el aceite caliente.
Fríe los churros en pequeñas tandas para evitar que el aceite pierda temperatura. Cocina hasta que estén dorados, volteándolos para que se cocinen de manera uniforme (unos 2-3 minutos por lado).
Escurre y espolvorea
Retira los churros del aceite con una espumadera y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Espolvorea con una mezcla de azúcar y canela al gusto mientras aún estén calientes.
Consejos
Usa una boquilla adecuada. Para obtener churros con el diseño clásico, utiliza una boquilla de estrella mediana o grande.
Controla la temperatura del aceite. Si el aceite está demasiado frío, los churros absorberán más grasa; si está demasiado caliente, se quemarán por fuera y quedarán crudos por dentro.
Personaliza el sabor. Puedes añadir una pizca de vainilla o ralladura de limón a la masa para darle un toque especial.